Tuesday, March 30, 2010

Chi-bi y The Soloist

Estos días he disfrutado de dos películas, una que en su momento (2008) probablemente fue bien criticada, Chi-bi (Acantilado Rojo), y otra que recientemente (2009) fue minusvalorada, cuando no denigrada, por la crítica, The Soloist (El Solista).

Ambas me han parecido excelentes y muy recomendables.

Chi-bi, dirigida por John Woo, chino de Guangzú ya en la sesentena y en su día llevado/ido a Hollywood (ya sabéis que su cartel, el de Hollywod está en peligro) para seguir enseñando cómo hacer películas de acción, peleas y guerras.

La ví en su versión original de 5 horas en mandarín (es imprescindible verla en VO): bueno, he de reconocer que las dos primeras horas las ví subtituladas en inglés, pero estaba tan bien hecha que fue muy fácil aprender y las tres horas siguientes ya las pude seguir sin subtítulos; de hecho incluso hice de intérprete para Susan cuando se perdía (estaba leyendo un libro al tiempo que veía la peli).

La película nos cuenta una guerra, con varias batallas, al final de la dinastía Han (finales del siglo II DC), a la que el primer ministro azuzó a su débil emperador, frente a los virreyes de los Territorios del Sur, a quienes aquél acusaba de lo que él era: un ambicioso traidor con ganas de derrocar al emperador.

Hay belleza, en el paisaje y en algunas mujeres, incluso en algún chino, y en los atuendos, y en el ritmo, y en los valores, de unos y otros, y en las luchas y en la tranquilidad y en las recreaciones de época.

Está tan bien hecha que cinco horas volaron sin removerme en el asiento, solo esperando el siguiente fotograma. Con las palabras justas, lo cuál agradecí, pues que mi mandarín andaba un tanto oxidado, y las imágenes idóneas.

Y sí, tambien destaca la cantidad de chinos que debe haber y lo ordenados que pueden ser - he usado el potencial, no jodáis- a la hora de trabajar, incluso en la guerra.

Me llamó la atención el juego de pelota que los soldados practicaban entre lanzadas, espadazos y flechazos, muy parecido al fútbol, aunque con tres (o cuatro) porterías pequeñitas, en lugar de una.

Es curiosa la presencia de juegos de pelota en casi todos los tiempos y civilizaciones (sean antepasados aztecas o mayas o futuros capricanos, por ejemplo): aunque bien visto acaso no lo sea tanto, que por algo eso de la rueda fue un paso gigante en la civilización humana.

Se me olvidaba lo esencial: la balanza de la guerra la inclinó el amor de una bellísima mujer, esposa del jefe de un bando y amada y reverenciada por el jefe del otro.

La otra peli, The Soloist (tambien hay que verla en VO, claro, incluso si no entiendes inglés ni tiene subtítulos), dirigida por el treintañero londinense Joe Wright, es una espléndida película moderna.

Entiendo por qué fue minusvalorada por la crítica (a lo mejor por el público también), pero eso solo hace justicia al crítico, no a la espléndida película

Es moderna, incluso avanzada, en su expresión cinematográfica, muy próxima a la mejor televisión de hoy, y esto es un piropo.

Lo siento chicos, pero el mejor cine hoy es televisión; claro está, la mayor parte de la tele es basura y la que no lo es, es mala, pero las pocas buenas series, y no son tan pocas, cuentan hoy con los mejores personajes y los mejores diálogos y el mejor ritmo y las mejores historias, mucho mejores que las mejores del cine.

Las salas están pasadas y lo seguirán estando mientras no vuelvan a ofrecer un espectáculo sensorial claramente muy alejado del obtenible en casa, cosa que harán, pero su éxito será breve pues, a lo más tardar, la Singularidad, esperada circa 2035 DC, con sus foglets y demás cachivaches las volverá a hacer obsoletas.

Y es moderna en su gestión de los personajes, en la respetuosa sencillez con que presenta y trata su complejidad.

Con un ritmo radicalmente distinto del de Red Cliff, tiene un ritmo idóneo, casi perfecto: de hecho tiene un doble ritmo, por un lado el acelerado de la ciudad y la vida profesional, y por otro el pausado de la relación que nos muestra.

Recuerdo que a un crítico, muy simpático y casi tan feo como desatinado, al menos en este caso, le parecía como que en la peli no pasaba nada, como si psi-psá -parecía apuntar a algo así como un coitus interruptus de cine o a un deja vu que no llega: no sé cómo pudo llegar a eso, acaso es que esperaba ver otra película, que él ya había visto en el pasado, y claro, su cerebro no le permitió ver lo que tenía delante, que pensar y mascar chicle al tiempo no siempre está al alcance de todos.

Además, gocé con la magnífica y perfectamente medida interpretación de Robert Downey Jr, mi actor preferido ya desde hace un tiempo; los demás actores, pocos, también eran buenísimos, cada uno en lo suyo. Catherine Keener tan guapa y con tanto carácter como siempre. Jamie Fox lo borda también.

Los robots de la foto son del COMAS College of Management Academic Studies en Rishon LeZion: están celebrando el Pessach-Seder.

Thursday, March 25, 2010

Gapminder

El blog de Michael J. Totten, al que recurro a menudo para mantenerme al día con las cosas de los Orientes Póximo y Medio, me recuerda que hace ya tiempo descubrí una magnífica web sobre estadísticas.

Gapminder tiene una fantástica manera de presentar las estadísticas, además de luchar activamente por dar luz a las bases de datos, la mayoría generadas con fondos públicos, que hasta ahora se mantienen en los sótanos de especialistas e instituciones.

Merece mucho la pena visitarla. Tiene muchas herramientas para profesores y profesionales. Todo gratuito con CCC.

El video de abajo es una muestra: genial.

Tuesday, March 23, 2010

Monitorio notarial

Tras 25 años como abogado no deja de asombrarme el grado de indignidad que se ha alcanzado en los Juzgados y Tribunales españoles: lo impregna todo... las excepciones son auténtica rareza.

Pero, tras este desahogo, hoy no va de quejarse sino de ofrecer una sencilla solución a uno de los problemas con el que los juzgadores han decidido regalarnos al interpretar la Ley: si sus señorías tienen la ocasión de liar algo, lo liarán, no lo duden... y si además en ello les va una ventaja a la hora de ser evaluados y/o remunerados el lío está garantizado.

Usando un lenguaje no muy técnico, la situación es la siguiente: la Ley estableció un procedimiento judicial especial y pretendidamente rápido y expeditivo, al que llamó monitorio, con el benemérito ánimo de agilizar la tramitación de la reclamación de algunas deudas, las que tengan algún soporte documental en que apoyarse, por ej., una factura.

En el monitorio, usted puede presentar su factura y reclamación en el Juzgado y el demandado tiene tres opciones:
  1. pagar... y todos más o menos contentos,
  2. decir, incluso brevemente, por qué no debe lo que se le reclama... y entonces el reclamante tiene que irse a un juicio ordinario, o
  3. no hacer nada... en este caso, frecuente, la Ley manda que el Juzgado "despach(e) ejecución por la cantidad adeudada", que proseguirá "conforme a lo dispuesto para la ejecución de sentencias judiciales".
A partir de aquí, y centrándonos en el caso 3, la realidad judicial empieza a hacer de las suyas.

Para comprender lo que pasa hay que tener en cuenta otras dos cosas:
  1. desde siempre, sus señorías creen que eso de ir a un Juzgado a reclamar algo es un divertimento para los ciudadanos, o sea, que cuando vamos al Juzgado solo queremos que éste nos diga que tenemos derecho a algo, no que queramos que se resuelva nuestro problema: ellos piensan que esto último se lo tenemos que pedir aparte, como otro paso distinto... sus señorías son así, desde siempre, qué se le va a hacer;
  2. por otro lado, sus señorías son evaluados/remunerados en su trabajo en función del cumplimiento de ciertos parámetros; resumidamente, tienen que resolver tantos asuntos... y claro, si un mismo asunto lo pueden convertir en dos, pues eso que llevan ganado en el cumplimiento de sus objetivos, mira que bien.
Por eso sus señorías, en el caso 3, lo que vienen haciendo (no se crean, se han trabajado los argumentos para hacer lo que hacen) es, en lugar de 'despachar ejecución' archivan la primera demanda (ya han resuelto un asunto) y obligan al demandante a presentar una nueva demanda para "ejecutar" la anterior (segundo asunto para sus cuentas): que todo eso lleve el doble de papeleo y multiplique el tiempo y cueste más... a ellos plín, que además de dormir en pikolín han multplicado por dos un mismo asunto y eso que tienen en su morral.

Antes de hacer mi propuesta para mejorar las cosas, una última observación para legos: lo que con prosopopeya digna de mejor causa llaman juicio monitorio no es más que una reclamación escrita de deuda -algunos aburridos, entre ellos no pocos jueces, niegan esta premisa y en el camino dan vueltas a la noria hasta marear a un tarugo, pero háganme caso, ese juicio monitorio no es mas que un papelito reclamando lo que a uno le deben.

Pues bien, si ya nos obligan a presentar esa segunda demanda -la de ejecución-, ¿por qué no nos dejan que la primera-la de monitorio, la de la reclamación de pago- la hagamos por nuestra cuenta a través de burofax o, si se ponen tiquismiquis, a través de notario?

Desde luego ahorraríamos - tambien la Adminsitración- meses, dinero y dolores de cabeza (los juzgados provocan malestar e indignidad a cualquier que se les aproxime a una legua) y, total, al final ellos, sus señorías, acabarían teniendo que ver el asunto, con las múltiples oportunidades que esto les brindará para volver a liarlo todo.

El único escollo, eso de multiplicar por dos los asuntos, como Jesucristo hizo con los peces, se podría salvar multiplicando directamente por dos -y mejor por tres, para que no se quejen ni pongan pegas- el valor que en sus evaluaciones tengan las demandas ejecutivas que resuelvan y dimanen de los procesos -burofax o notario- que sustituyan a los malhadados monitorios.

Por fin, y por la misma causa, algo parecido, aunque distinto, están haciendo sus señorías con otro procedimiento especial, el juicio cambiario. Esto es más sangrante y de solución aún más fácil: darles dos capones a los jueces y castigarles mirando a la pared con los brazos en cruz y cargados de resoluciones judiciales (al menos 5 kg de papeles por mano), para que no nos toquen los cojones... y, eso sí, para que no se quejen y se vayan a casa contentos, que hay que ver cómo trabajan, al evaluarles multiplicar por tres el valor de cada juicio cambiario que resuelvan sin obligarnos a presentar una segunda demanda ejecutiva.

Friday, March 19, 2010

The Singularity

Kurzweil sitúa la Singularidad hacia 2045.

Los de la Accelerating Studies Foundation la retrasan un poco.

En todo caso, lo esencial es la aceleración exponencial de la evolución (las tecnologías de la información crecen, según Kurzweil, con aceleración doblemente exponencial -pues el exponente es a su vez exponencial), que refleja el siguiente cuadro:
  • Homo Habilis Age................ 2,000,000 yrs ago
  • Homo Sapiens Age................. 100,000 yrs
  • Tribal/CroMagnon Age........... 40,000 yrs
  • Agricultural Age......................... 7,000 yrs
  • Empires Age............................... 2,500 yrs
  • Scientific Age................................. 380 yrs (1500-1770)
  • Industrial Age............................... 180 yrs (1770-1950)
  • Information Age............................. 70 yrs (1950-2020)
  • Symbiotic Age................................ 30 yrs (2020-2050)
  • Autonomy Age............................... 10 yrs (2050-2060)
  • Tech Singularity............. ≈ 2060

Sunday, March 14, 2010

El 11-M se escribe en francés

No puedo evitar alegrarme. Sabéis que casi desde el principio sostuve que el 11-M era cosa francesa.

Desde entonces, solo muy levemente se ha venido apuntando públicamente (otra cosa habrá sido en privado) la participación de estados extranjeros en la dirección del 11-M.

Hoy, con toda claridad, Jesús Cacho lo escribe en su Confidencial (no vendría de más que se paseara por lo que al tiempo y en su mismo periódico escribe J.C. Escudier bajo el deleznable título -su contenido es aún más deleznable- Cómo seguir vendiendo periódicos a costa del 11-M). Dice Cacho, que no Escudier:
"Los atentados siguen despidiendo el mismo tufo que exhalaban pocos días después de ocurridos: operación típica de servicios secretos, en cuyo abecedario figura la posterior eliminación física de los autores de la matanza (Leganés) para borrar pistas. ¿Servicios secretos extranjeros con apoyos puntuales internos, o viceversa? La pregunta clave sigue siendo esta: ¿quién marcó la fecha para volar los trenes justo tres días antes de unas elecciones generales?"
Ya solo falta que quienes se van atreviendo a asomar la patita dejen de refugiarse en la barrera y usen el seso y el verbo para presentar las hipótesis más lógicas, quiero decir, la hipótesis lógica que explica el atentado 11-M, con la intervención de servicios secretos y todo: lo pergeñó Francia, la de la grandeur que estaba en un trís de perder, con la ayuda ancilar del humillado del Perejil, patio trasero de aquélla, que con ello tenía mucho que ganar en ambas orillas del Atlántico y del Mediterráneo, e incluso en los golfos arábigos.

Friday, March 12, 2010

Manos arriba: esto es la Administración

Poco a poco, jugando con los miedos e intereses de sus clientes, la Administración va tupiendo una malla normativa cada vez más cerrada con la que, so capa de la defensa del bien común, nos exige de todo, con detalles a menudo dignos de mejor causa.

Por supuesto, ni puede imponer a rajatabla esas normas ni siquiera aspira a hacerlo. A veces son los ciudadanos quienes las sacan a relucir para hacer las denominadas huelgas de celo o a reglamento... con las que logran paralizar la actividad correspondiente.

Es decir, se dictan normas incumplibles que solo valen para (1) lavarse luego las manos ("ya lo dijimos") y, lo que aquí viene a cuento, (2) para señalar con el dedo y joder a quien ose desviarse de lo que interesa al mandamás de turno. Es decir, para elegir a quien hacerle una avería, amedrentando así a los demás, que ven cómo se aplica el hierro de la Ley a quien se sale del tiesto: al enemigo el Reglamento y con el culo al viento.

Y, en los tiempos que corren, esa maraña normativa y sancionadora tiene otra utilidad magnífica: atracar a las personas para recaudar por la puerta de atrás los euros que necesitan los mangantes para seguir en sus poltronas.

Pasa en el mundo entero, pero aquí, y en algunos otros sitios, tiene un matiz de desverguenza añadido. Así, en USA ya se usa con profusión la colección de multas para allegarse eurillos (bueno, en su caso dolarillos), pero al menos tienen la decencia de hacer como que trabajan y exigen trabajo a los funcionarios y además recortan gastos por todos lados.

Aquí somos más listos, claro: desparramamos máquinas y agentes sancionadores y encima seguimos a todo tren con nuestros gastos... y los sufridos que arreen.

En no poca medida nos lo merecemos, por alentar imbécilmente la intervención de las AAPP en todos los aspectos de la vida, incluso los más nimios (la responsabilidad siempre debe ser de otro, nunca nuestra, que eso es muy cansado), exigiéndoles que lo resuelvan todo (incluso que se hagan cargo de la abuela y tambien de los niños, que nos queremos ir de vacaciones) y justificando con ello su voracidad normopunitiva.

Y digo solo en parte porque ni siquiera esa dejadez de la responsabilidad propia del ciudadano justifica la desfachatez de sus representantes y sus administradores.

Y todavía algunos, incluso niños bien, que hay que joderse, oyes tú, vienen alardeando de progrecomunismo.

Realmente no creo que tengamos remedio. Espero que La Singularidad traiga el cambio. Al menos en ella radica mi única esperanza.

Thursday, March 11, 2010

11-M, indignidad nacional pública y privada

Aunque la indiginidad nacional relacionada con el 11-M ha sido masiva, algunos resisten como los galos (es una ironía, que los galos ya sabéis tienen mucho de lo que responder por el 11-M, pues no en balde son, al menos, sus inductores) de Astérix. Aquí va un ejemplo.

Con motivo del sexto aniversario del 11 de marzo, la Asociación 11M Verdad y Justicia-Plataforma Ciudadana Peones Negros, en colaboración con Libertad Digital, pone a disposición de todos los ciudadanos interesados en el esclarecimiento de los atentados una herramienta Web de naturaleza audiovisual de gran utilidad para la investigación.

El buscador del juicio está pensado para realizar búsquedas complejas en las transcripciones del juicio del 11M y poder seguir, simultáneamente, los resultados obtenidos en forma de vídeo. Así, esta herramienta sirve para localizar textos en las 549 declaraciones del juicio del 11M (más de 8000 páginas) filtrando por fechas, por categorías, por tipos de declaración, por partes que interrogan, etc.

Los resultados devueltos en las consultas remiten al usuario a las transcripciones de las declaraciones, resaltando en el texto las palabras buscadas y mostrando simultáneamente el vídeo de la declaración, gracias a la colaboración de Libertad Digital. Además, en la pantalla de la declaración que el usuario visualiza se muestra un enlace para ampliar información sobre el individuo declarante: su historial, sus relaciones con otras personas o escenarios, etc.

El buscador del juicio está disponible a través de la siguiente dirección:

http://transcripciones.peonesnegros.es


Así mismo, ponemos a disposición del público un buscador de noticias, otra herramienta Web diseñada para agrupar y clasificar noticias relacionadas con los atentados del 11M, así como con aspectos paralelos de las investigaciones y de los sucesos que acontecieron a raíz de aquellos terribles hechos. Permite realizar búsquedas mediante filtros que acotan los resultados, en una base de datos que actualmente cuenta con más de 8500 noticias clasificadas, correspondientes al período que va del 11 de marzo de 2004 al 11 de marzo de 2005. La herramienta permite buscar palabras así como filtrar noticias por agencia, por medio, por autor, por fechas y por categorías o temática. El buscador de noticias maneja sinónimos con el fin de optimizar las búsquedas de términos que habitualmente se escriben de diferentes formas, como Titadyne, Goma-2 ECO, etc. y dispone de dos modos de búsqueda, simple y avanzada, en función de la cantidad de filtros que se desea utilizar.

La versión pública puede visitarse en: http://buscadornoticias.peonesnegros.es/

Debido a que el diario El Mundo está implementando un nuevo servicio de acceso por internet al periódico y a la hemeroteca es posible que, temporalmente, los enlaces a sus artículos no funcionen correctamente.


Asociación 11M Verdad y Justicia - www.11mverdadyjusticia.es
Plataforma Ciudadana Peones Negros - www.peonesnegros.es

Tuesday, March 09, 2010

Los penalistas pierden la perspectiva

Se insiste en que la pena que impone el código penal debe tener como fin último la reinserción del condenado.

También se insiste en que las penas del código español no necesitan agravarse, pues ya son muy graves de por sí.

E incluso se sostiene que la penalización de la criminalidad de los menores es adecuada y que, en casos, es más severa que en otros sistemas europeos cercanos.

Recientemente, además, se destaca que en España el índice de criminalidad es bajo comparado con otros países europeos al tiempo que la tasa de encarcelados es comparativamente más alta.

Por mi parte, me gustaría destacar que la mayoría de los comentaristas que dicen esas cosas son profesionales vinculados al ejercicio del derecho penal... afectados, como los profesionales de cualquier otro sector, por lo que podríamos llamar síndrome de Estocolmo profesional: cuando uno está todo el día liado con algo (por ej., la muerte) acaba relativizándolo (incluso la muerte, por seguir con el ejemplo).

Así, y dando por hecho que que las cifras comparativas son correctas (aunque carezco de datos) y que mi apunte no es desatinado (pues sino no lo apuntaría), quiero comentar las las dos primeras de las antedichas insistencias y la tercera, aunque ésta solo en lo que comparte con aquéllas.

Al enfrentar el derecho penal lo primero que uno ha de recordar es su razón de ser: el derecho a tomarnos la justicia por nuestra mano (y, hasta cierto punto, incluso el derecho a usar la fuerza para defendernos y defender nuestros bienes) han sido excluidos en nuestras sociedades: su ejercicio se encomienda en exclusiva al Estado que, también, se reserva el poder coactivo.

El contrapeso de esa cesión de la persona al Estado es, necesariamente, (1) la obligación de éste de mantenerle indemne y (2), cuando no pueda lograrlo (el objetivo es que lo logre siempre), indemnizarle.

En nuestro derecho, y en la mayoría sino en todos los de los demás sistemas, el apartado (2) ha sido casi olvidado -digo casi porque hay algunos supuestos, fundamentalmente en casos de atentados terroristas o de presos que delinquen durante permisos penitenciarios inadecuadamente concedidos, en que el Estado asume esa obligación indemnizatoria, si bien parcial y subsidiariamente.

Y, lo peor, es que el Estado no solo no asume -con el respaldo de la Ley, eso sí- la obligación indemnizatoria, sino que tampoco exige -ya sin el apoyo legal- la reparación del daño a los autores condenados con la energía necesaria, menos aún con alguna efectividad: no pone los medios ni para intentarlo seriamente (¡quiá!) .

Así, la Ley no satisface un punto esencial de la balanza exigible a cualquier sistema criminal, la responsabilidad directa del Estado, ni la práctica diaria es eficaz y efectiva a la hora de exigir el pago de la indemnización debida al criminal directamente responsable.

Un desequlibrio del sistema tan básico, situado tan en los fundamentos del mismo, tan río arriba, hace que en manera alguna el sistema pueda considerarse óptimo ni siquiera bueno. Y de este fallo básico derivan no pocas de las insatisfacciones que se generan y perciben luego al aplicar el sistema día a día, río abajo.

Este es un fallo de difícil arreglo, pero que incide gravemente en la percepción social del sistema punitivo que se aplica.

Dejando al margen tal fallo esencial, lo cuál es mucho dejar pero inleudible si se quiere seguir adelante, encontramos las penas que la Ley prevé y el principio que sedicentemente las guía: la reinserción del penado.

Que lo que pueda razonablemente hacerse por resocializar (vaya palabro) a un criminal es algo positivo no se le escapa a nadie: idealmente, lo mejor es una Sociedad sin criminales, tanto porque la Sociedad sea tan justa que no provoque, como por la ausencia de maldad humana.

Y, por tanto, mejor ayudar al criminal -en la medida en que razonablemente se pueda- a que deje de serlo que tener que estar defendiéndose de su criminal actividad: sin olvidar la importancia de la racionalidad exigible a esa ayuda, siempre vinculada a la realidad y posibilidades de cada momento.

Pero lo que es del género idiota es confundir deseo con realidad y razonabilidad con voluntarismo.

Educar a alguien desde pequeño es algo difícil, muy difícil, y no barato del todo, pero reeducar (otro palabro) es muchísimo más difícil y desde luego muchísimo más caro. Y aunque a veces los españoles creemos que la voluntad lo puede todo y que el Estado hace billetes, lo cierto es que a menudo aquélla no puede nada y que los billetes los hace nuestro trabajo, el bíblico sudor de nuestras frentes.

Y, voluntarismos al margen, lo indudable es que nuestro trabajo no es infinito, sino muy finito (incluso alcanzada La Singularidad seguiría siendo finito, aunque entonces nuestra capacida será inmensamente mayor, claro, y todo esto será bastante menos importante, claro también): conforme a nuestras normas nuestro trabajo está hoy limitado a, más o menos, cuarenta horas semanales. Y con ese trabajo tenemos que hacer muchas cosas, así que nuestra capacidad de reeducación es muy limitada. Y como lo es, más nos vale tenerlo en cuenta.

En plata, si la reinserción social es deseable, nuestra capacidad de lograrla es limitada y nuestras normas deben contemplar la realidad y ajustarse a ella, alejándose del voluntarismo como gato escaldado del agua hirviendo: la reinserción no se logra afirmándola, sino poniendo los medios necesarios y, además, teniendo infinita suerte.

Así es que lo deseable es buscar la reinserción, en la medida de lo posible, pero contar con un plan B realista para cuando no pueda lograrse, por falta de medios o de suerte (más vale llamarlo así, que la condición humana a veces asusta), pues lo que no es admisible en manera alguna es que el voluntarismo legal deje indefensa de facto a la gente.

Cualquier otra cosa es imbecilidad... que acabará generando un estado de ánimo colectivo que solo puede acabar, ya está ocurriendo, en la limitación de nuestras libertidades y nuestros derechos, especialmente nuestra intimidad.

Luego sigo... que los perros están solos y necesitan atención, no se me vayan a criminalizar por sentirse desatendidos, que es que son como niños.

Las penas ya son muy graves, dicen: dura lex, sed lex. Y en gran medida es cierto, a la vez que no lo es, por los perversos efectos del síndrome de Estocolmo y de algo, ya antes reiterado en este blog, que a menudo se olvida: lo que más daña a una Sociedad no son los grandes crímenes (salvo que se trate de una dominada por ellos), sino las pequeñas infracciones, esas que da pereza denunciar y que si se denunciaran no podrían atenderse, menos aún resolverlas o evitarlas.

El perversísimo efecto que provoca el juego conjunto de la presunción de inocencia y la infirmeza de las resoluciones condenatorias de la instancia, en combinación con los paupérrimos medios judiciales y la movilidad transfronteriza propia de nuestros días, hace estragos en la moral de la Sociedad, que, desgraciadamente, poco a poco deja de creer en la justicia y, lo que es muchísimo peor, acaba corrompiéndose: si otros la hacen a ojos vista y parece que no les pasa nada... pues yo también.

Lo siento pero así el sistema es insostenible a la larga, sino es a costa de pervertir la Sociedad y acabar, una vez más, con nuestros derechos y libertades.

Así que, en mi opinión las penas por faltas y delitos menores sí pueden y deben agravarse, y debe revisarse la presunción de inocencia, que en el peor de los casos debe acabar, y la pena empezar a cumplirse, con la sentencia judicial en la instancia -si luego se revoca habrá claro que pagar el daño causado, incluso a buen precio que la libertad injustamente quitada es daño gravísimo-... y, desde luego, para que esto se sostenga hará falta reordenar el gasto y adecuar los medios disponibles.

Lo de los menores, lo siento, lo dejaré para otro día, si me veo con energía.

PD El 12 mar comienza la tramitación parlamentaria del "nuevo Código Penal" que, al parecer endurecerá las penas... para delitos graves (terrorismo, delitos sexuales con homicidio y así): ya saben mi opinión, agravación sí, pero para los delitos más frecuentes y que ahora tienen penalización más leve ("Y hay que tener en cuenta que el 52% de los delitos cometidos no se comunican a las fuerzas de seguridad, según la encuesta de victimización de 2008 del Observatorio Andaluz de la Delincuencia").

Nota: algunos de los enlaces del etxto los he puesto al tiempo que la anterior PD.

Saturday, March 06, 2010

Política vs Moral: la escasez de memoria y de capacidad de atención son determinantes

El ser humano no es capaz de recordar mucha información con una mínima precisión ni es capaz de prestar atención a algo durante mucho tiempo ni a muchas cosas simultáneamente.

Dicen las consultoras especializadas en grandes superficies que los compradores apenas son capaces de recordar el precio de 9 productos: así, la identificación de esos 9 memorables se ha convertido en el máximo objeto del deseo de los alquimistas contemporáneos.

En la misma línea, se valora a los profesionales capaces de multi-tasking o se critica a los Presidentes incapaces de pensar y mascar chicle al mismo tiempo.

Y, aunque a primera vista recordar solo 9 productos parece reflejar nuestra limitadísima capacidad de memoria, lo cierto es que ésta es aún más escasa de lo que ese número parece reflejar, pues no hemos de olvidar que, en el ejemplo, se trata de productos que se compran con mucha regularidad, a menudo siempre los mismos y en el mismo lugar.

Vaya por delante que, desde la primera vez que tuve noticia de lo que acabo de decir, no pude dejar de relacionarla con la lista de los 10 pecados capitales, que además, recordemos, podían resumirse en 2.

Sin embargo, hoy (puede que antes también) la vida es muy compleja, llena de facetas, a menudo holográficas.

Por eso, la moral, que lo supo siempre, se aproximó al hombre con pocas reglas, buenas o malas, pero pocas: los católicos llegaron a dejarlas en dos, no más. Esa voluntad acredita congruencia entre lo que se dice y lo que se pretende.

Pero la política, que también lo supo siempre, ha degenerado hasta llegar hoy a la conclusión contraria: como todo se va a olvidar rápidamente y la gente apenas puede prestar atención a un par de cosas, vamos a diariamente atiborrarles de mensajes (con sus correspondientes normas) y a distraerles con numerosos paisajes; así, distraídos primariamente con fútbol y sexo -frecuentemente pura fantasía ilusoria en ambos casos- solo les quedará limitadísima capacidad para atender otras cosas, que serán con las que conveniente y tempestivamente les engatusaremos.

Esto refleja una expresa y decidida voluntad de engañar aviesamente (hay engaños benevolentes), de presumir de lo que se carece, de hacer justo lo contrario de lo que se dice -en realidad, alguien en algún momento lo habrá dicho, pero la atención se habrá desviado consciente y planificadamente a otro lugar.

Por eso, solo la AI (que no es Amnistía Internacional, sino esto) podrá salvarnos de nosotros mismos.

Por eso, nuestra esperanza solo puede estar en La Singularidad, ese momento en que los humanos transcenderemos nuestra biología.

Pero, mientras llega, hacia el 2035 según Kurzweil, solo nos queda impulsar la moral, imponer y anteponer la moral a la política, o ésta nos impedirá llegar a la esperada Transcendencia Singular.

Y, otra cosa, el valor de la democracia no está en eso de una persona un voto, sino en algo complementario y consustancial, no siempre (o apenas) presente: la limitación de mandatos, a todos los niveles.

Y, una más, ya dicha en este blog en más de una ocasión: en una democracia avanzada la inamovilidad del juez debe completarse con la imposibilidad de que pueda estar mucho tiempo en la misma silla: no creo que más de 8 años, y aún menos cuando se trate de tribunales especializados o atractivos o con jurisdicción sobre pequeñas poblaciones.