Saturday, May 31, 2008

the wedding

Yeah! We are almost ready for the wedding. Last october Daniel proposed to Kelly, and they haven't run away from it. Tough guys!

The invitation arrived in due time, as you can see.

We were having dinner chez Vidal, in Madrid, and those two came for dessert: they looked radiant. Later they told us the good news.

First it was to happen in Madrid. Thank God they reconsidered. For a while, we were to travel to Honduras. The celebration will be next Saturday in Ossining, NY. I had never heard of that place (although Sing Sing is there), but now I find it everywhere - Don Draper, from MadMen, lives in that town with his family, when he is not on Madison Avenue.

The diamond has a family lineage, as shown: from Grandma B to Irene to Susan to Kelly.

Willy and Sadie are furious. They didn't care if we had to pay first class tickets for them, they demanded to be included. But, they have to stay home with their nannies: Kevin and Fátima, and Mayam and Andrés. Some vengeance is expected.

Best man Jason and the groom in the good old days!

Daniel does not seem nervous (except for the weather)... Bless ignorance! We don't know how Kelly is doing. She'll look gorgeous and her mommy and sister will be there to help.

Family will come not only from Spain, but from Korea, Honduras, Virginia, Missouri, Rhode Island and Connecticut. Friends come from everywhere. Lots of musicians and a lovely place await us, so we'll have a good time. And we all will sleep in a nearby hotel, so drinking is not forbidden.

Some of the family guests, Betsy, Sara, Jason and bearded Jimmie with the groom, before Kelly.

We are very happy... and expect plenty of children to play with. Grandchildren, points out lovely Susan, now playing with words

The canine G-spot

Tip for dog lovers
Dogs, male and female alike, also have a G-spot... and you can reach it from the outside (you probably can also do it from the inside, but I can not certify it).

Where?: just inmediately in front of where the tail merges with the body. Press down toward the tail and rub gently in semicircles... and don't let it go while your pet writhes, moans and groans.

By the way, I don't have to remind you, but just in case. The human female G-spot really exists. Just one or one and a half inch inside, pressing uppward (if she is lying up) or downward (if you do it from her back).

According to Susan the spot location varies... it must be like the odd Letter G part of masonic history that does not seem to follow a predictable path.

My view (what is your authority of knowledge better than mine? she asks) is: if you follow my indications, and adapt gently to the particularity at hand, you'll reach it with no problem. Then rub it like for dogs. And, equally, don't let it go either, even if they demand you to do so; they really don't mean it, on the contrary.

But remember, while dogs' G-spot is always there, some human females don't have anything alike. In these cases, be sure, it won't be your fault not to find it, even if they pretend you to be the clumsiest guy they've ever encountered.

Image downloaded from the Grand Lodge of British Columbia and Yukon.

lili ingeniera

Lidia está radiante. Todavía anda pendiente de una última nota, pero como podéis ver ya le han hecho la foto de ingeniera aeronáutica y la han colocado en la orla de la correspondiente promoción de 2008 de la ETS de la Complutense.

Poco a poco se ha ido quitando de encima el mal rollo que los atavismos amorosos, ejem, le habían hecho imponerse, forzadamente en mi opinión (pero que no me oiga, oyes), estos últimos meses.

Y lo de Iberia le gusta, aunque por fin le ví un mínimo interés por averiguar qué es eso de Raytheon. Como es una cabezota, y tiene la cabeza llena de no pocos pájaros de esos baratillos que venden por las ondas los jetas de la SER, le ha costado un poco alzar la mirada y atreverse a mirar el mundo.

Salvador de Madariaga tiene un precioso libro en el que nos recuerda cómo el levantar la mirada del pasto en que se pace fue un paso esencial en la evolución del animal humano. Yo creo que Lili ha recogido ya la suficiente fuerza como para alzar su mirada, como para irla alzando al menos. Ese libro me permitió aprehender la sacralidad de la vaca... pero nunca he conseguido recordarlo (la comprensión, el descubrimeinto, la iluminación que me condujo a eso), por más que lo he intentado.

Enhorabuena hija. ¡Brava! ¡Bravísima!

Restaurantes

Hace tiempo que la pereza (luchar contra el mundo acaba generando pereza) me ha podido y he dejado de apuntar alguna de las buenas noticias culinarias vividas en Madrid en los últimos tiempos.

La primera es el minúsculo, solo en tamaño, Edulis, entre la calle de La menta, hoy Víctor Andrés Balaunde, e Infanta María Teresa, casi al final de Serrano. Si sois unos cuantos, doce o catorce, lo cerráis para vosotros. Los dueños, dos, uno está en la cocina y el otro os atiende en la sala. Da medias raciones, y así podéis probar más cosas y ahorrar un poco. La carta es breve, buenísima y a precio razonable. Cocina con aires modernos pero sabores básicos. Muy, muy recomendable, como los otros dos de los que ahora hablamos. Nos llevó el inquieto J Vidal, siempre a la última, aunque sigue a José Tomás, que a mí me parece un venado, y de quien Victorino dice que se arrima pero no torea. Y en eso ha liado también a la guapa Cristina, que comió con nosotros. El culpable de todo, sin embargo, es Alfredo; seguro, que el Rambla es un clásico de los de verdad, y eso del toro le pega. A Lili, también guapa y con buen saque, y ya experta en eso del comer, le encantó comer aquí, por más que ahora dice no querer tentaciones, que se quiere más flaca. A la sinigual Susan, también. Javier también nos indicó la existencia, al lado de casa, del siguiente restaurante de esta lista.

Vía Vélez tiene barra arriba, donde puedes picar casi lo mismo que en el restaurante, pero más barato. El comedor, no muy grande, aunque algo más que el de Edulis, está en las catacumbas... pero eso es lo peor que tiene. Lo mejor una carta de vinos muy buena y una comida clásica pero modernizada espléndida. La carta también es corta pero no te puedes equivocar: todo es excelente. 50-60€ tienen la culpa. Susan y yo disfrutamos de lo lindo acompañados de las agudas y guapas Larri y Susiq, nacidas, como Susan, en la opresión pero ejemplo de la vuelta que han dado las cosas (yo, que no estaba seguro de que tal estado de cosas, la opresión de la mujer, hubiera existido nunca, me convencí de lo contrario, al menos en el nuevo mundo de oficinistas de mediados de los 60, al ver la magnífica serie Mad Men).

Pegado a la plaza de Olavide, esa en la que un día hubo un mercado modernista muy guay, y donde había, y a lo mejor sigue habiendo, zapaterías de alpargatas, encuentras este Villa de Foz, al que tienes que llamar a la puerta para entrar, con dos salones, ambos pequeños; el del fondo, al que llegas pasando por la cocina, es más recomendable. Fui con Niti a invitación de Luis Picazo, buen arquitecto, que decidió comunicarnos con una buena comida que no podía cumplir sus compromisos (a él eso le cuesta una pasta, a nosotros un problema). Aquí la cocina es, si cabe, un poco más clásica que en los otros dos, aunque no mucho más, pues sería imposible. Su carta también es cortísima y excelente. Sus vinos, licores y postres magníficos. Luis se pidió un D4, así que supongo que su cava de puros tampoco debe ser mala. El arroz con carabineros y todo lo demás también estuvo fenomenal. Como en los clásicos, en el salón del fondo puedes acabar echando unas manitas mientras haces tertulia. Y... no creo que Javier conozca este restaurante. Aquí le dejo noticia para que en su día pueda decirme lo contrario.