Monday, September 10, 2007

constitución 78

ya he recordado alguna vez que el actual portavoz del gobierno zp ha dicho "como si alguien supiera qué será españa en 20 años!"

y en eso lleva razón, por más que tal reflexión no apunte nada importante en realidad.

lo relevante sería plantearse cómo queremos que sea españa en 20 años... lo cuál implica decidir qué es lo que deseamos para los españoles, pues sin ello no podemos plantearnos cuál pudiera ser el mejor camino para lograr nuestras aspiraciones.

desgraciadamente, nuestros padres, al hacer la constitución del 78, tomaron decisiones que en lugar de mirar al futuro se vieron lastradas por el pasado... y ciertos, muy ciertos, intereses extranjeros.

al actuar así nos endiñaron una constitución (y un sistema electoral anejo) que, aunque podría haber sido interpretada y usada en otro sentido, en realidad estaba abocada a ser usada como se ha hecho: para dividir españa.

por supuesto, cabe la gestión social a través de la competencia entre comunidades, e incluso a través del caos... son técnicas acreditadas que en ciertos casos han dado excelentes resultados.

pero, al menos visto a toro pasado, resulta obvio que en españa tal manera de gestionar solo iba a generar, para regocijo de nuestros competidores extranjeros, la fagocitación de españa, su retorno a las taifas y las mafias.

lo peor de tal proceso, con todo, es que la manera más segura y expedita para lograr el objetivo anhelado era el que, de hecho, se ha seguido: enemistando a unos con otros... haciendo hincapié, precisamente, en la maldad intrínseca del otro.

y ese es el poso que más nos va a costar limpiar: la enemistad.

a unos les han convencido de que madrid, el resto de españa en realidad, abusaba de ellos y, además, no les quería. a madrid se nos ha hastiado con el permanente rechazo del supuesto agraviado, con su "no quiero ser tu amigo", "no te arrejunto."

así, y ahora que ya se ha consumado la separación, nos encontramos vecinos, pero con odio incorporado.

y, además, resulta que somos vecinos sin acuerdo sobre la propiedad de cada uno, y aún menos, sobre el reparto y uso de los elemntos comunes... lo que ineludiblemente nos avoca a agostarnos en más que inútiles peleas y sinsabores...

y todo para mayor regocijo de los vecinos extranjeros que nunca han dudado de su conveniencia... mantenernos débiles, fomentar nuestras disputas intestinas.

lo que no creo que estuviera previsto en el diseño inicial ha sido la guinda que además les hemos regalado... que unos listos decidieran que era de su política conveniencia dividirnos también entre buenos y malos, aun a costa de cualquier perversión, a costa de confundir incluso la más que evidente realidad que vivimos, donde bondades y maldades no van por barrios, contra lo que ellos afirman, sino que son inherentes a cada persona, con independencia del barrio en el que habiten, o crean o digan habitar.

cómo puede ser tan fácil enredarnos y manipularnos?

una de las razones es que hay demasiado dinero disponible para los profesionales de ello, para quienes de ello viven: los funcionarios, políticos y civiles, claro está.

aleluya!