Wednesday, September 19, 2007

el mundo del revés

yo, que soy un junkie de la información, he dejado definitivamente de ver noticieros, y apenas ojeo la prensa que leo: mi masoquismo tiene un límite.

estoy tan abrumado por los españoles que me rodean que me urge la necesidad de largarme al extranjero... adonde no lleguen ecos de españa.

mientras llega el momento en que pueda hacerlo, la receta ha sido la abstención de noticias, para evitar la náusea.

iba a quejarme de periodistas, políticos y por ahí, pero lo cierto es que estos no son sino expresión de lo que hay. la españolada se me ha vuelto absolutamente insoportable.

bueno, y ahora a lo que iba... por más futil que el ejercicio sea.

una de las panaceas de los últimos tiempos es la formación profesional de las personas. y sí, claro, algo de eso hay... pero en absoluto tal y como se lleva a cabo.

la mejor formación, sino la única útil, es la que lleva la inmediata práctica. y mejor si compromete tanto al formante como al formando.

conforme al sistema actual se invierten millones (públicos) en formación que luego solo se aprovecha muy parcialmente... todo lo no aprovechado es ya una pérdida (bien onerosa por demás).

y como la formación no la pagan las empresas, estas no tienen ningún compromiso con los trabajadores (pues si no los usan no pierden nada).

y la constante disponibilidad de nuevos recién formados (con dinero público) hace que las empresas tampoco tengan necesidad de amortizar (utilizar durante un tiempo mínimo) su inversión en formación de sus empleados (pues no se han gastado nada, claro), lo que hace que tampoco tengan lealtad alguna hacia sus antiguos trabajadores (ya que no les costó nada formarlos y, además, es más barato sustituirlos por otros recién formados, más baratos, más maleables y menos maleados).

la deslealtad de la empresa es retribuida por los trabajadores con la misma moneda, claro.

y la separación de la formación de las necesidades específicas de cada empresa hace que, en gran medida, y por más que intente ajustarse, la formación dada sea inadecuada a las necesidades concretas (con lo que se produce más derroche de medios, además de las consiguientes incidencias e ineficiencias laborales, con sus costes añadidos, claro).

es cierto que ha mucho que se han perdido las categorías laborales (de aprendiz para arriba), como es cierto que ya hay muchos buitres que viven del nuevo sistema (con los sindicatos y las organizaciones políticas y empresariales muy a la cabeza)... pero no debe perpetuarse el despropósito actual si se quiere evitar el suicidio colectivo.

no pueden instalarse círculos de deslealtad, derroche e inadecuación so pena de envenenar la vida social hasta grados irrecuperables, insoportables e insostenibles...

y eso por más que todas las ratas canten alegremente tras el flautista de hamelín.

clicando en la foto del flautista podrás bajarte el programa educativo, dicen, El Flautista de Hamelin 1.0 (freeware).