por supuesto esto es tabú para no pocos, especialmente en españa hoy.
pero no deja de sorprenderme que los mayores enemigos del capitalismo sean los funcionarios y asimilados (entiendo por asimilidaos los empleados de las grandes compañías), especialmente los de la escala media-alta de sus respectivas carreras/empresas.
y, como cité hace ya unos posts, ya ha constatado y expuesto el conocido catedrático catalano-neoyorkino cómo sus alumnos universitarios de economía españoles solo aspiran a ser funcionarios.
funcionarios que apenas podrían vivir ni la mitad de bien en ningún sistema no capitalista, pues solo en este hay gente con la ambición necesaria para matarse a trabajar para que medio país, los funcionarios y gente de su ralea y estirpe, viva de su esfuerzo... y le pague con insultos, descalificaciones e improperios
penoso es escuchar a los funcionarios menos educados (pero igual de expertos en sus correspondientes sinecuras y moscosos), pero lo que induce la mayor depresión es escuchar en esos tonos simultáneamente plañideros y exigentes a los funcionarios más educados y de puestos más altos (aunque igual de hábiles en encontrar los moscosos sueltos por el aire y en culpar de todo tipo de males a los capitalistas de turno, incluidos sus jefes últimos, claro está).
gracias a dios carezco de cualquier posibilidad de hacer mi voluntad pues si algo pudiera mi venganza sería propia de moctezuma.
pd bueno, y para que conste en público, resulta que la celebra-ción (si es que puede usarse tal palabra en este contexto) de la semana santa española será muy española, muy étnica y lo que se quiera, pero me sigue pareciendo algo generalmente espantoso, como ya me lo parecía a mediados del siglo pasado cuando en el pueblo andaluz de mi abuelo querían ponerme el capirote de hermano mayor (siendo yo un mocoso, que no moscoso). para evitarlo incluso prometía a mis papás que sería bueno... si me eximían de tal horror (que algunos pretendían hacerme pasar por honor). mi padre, que siempre ha sido un hombre bueno y nunca ha apretado, me eximía, claro está.