Monday, February 16, 2009

Cacahueto


Llegamos de madrugada de nuestro precioso viaje a Egipto con Larri y nos encontramos con una llamada de Jason que nos cita para las tres y media en el Skype. Debía venir también Fernando, el papá de Jason.

Rápidamente descartamos que fuera asunto de trabajo; también que fuera mala noticia, pues no sonaba a eso, aunque siempre quedaba un resquemor.

- ¿Qué crees tú que será?

Susan, siempre pensando en lo mismo, me pregunta:

- ¿Estará Laura embarazada? ¿Se casarán? ¿Ambas cosas?

Esas parecían las alternativas.

A las tres y media llaman, pero no nos arrancaba el Skype. Pedimos diez minutos de prórroga.

Por fin vemos las caritas de Laura y Jason, y empezamos a oírles. Parecían gatos tras una panzada de canarios.

Sí, claro, nos anunciaron que así, de sorpresa (son arquitectos y la educación de nuestros días deja mucho que desear, pues parece que aún creían que los niños vienen de París, en cigüeña), se enteran de que Cacahueto lleva ocho semanas viniendo de camino. Ellos dicen haberse enterado hace un par de días, en la fecha que pone la ecografía coreana, al parecer auténtica, que podéis ver en la imagen adjunta. No, no es un dibujo guasón de Jason, es la primera imagen de Cacahueto.

Los papás parecían radiantes y estaban de lo más sonrientes. Jason como si fuera su penúltima travesura de resultado inesperado... la última es lo de Cacahueto, claro, apodo francamente bien hallado.

Parece que es de origen vietnamita, y dicen que no fue cuestión de programa sino de pasión que no podía esperar.

La abuela no estaba contenta, sino en la gloria. Tardó minutos en difundir las noticias entre las amigotas, claro.

Aquí lo celebramos con cava, un Codorniú que estaba muy rico.

Pensamos que sería Lidia la primera en traer pañales a casa, pero los chicos se le han adelantado sin remedio.

El calendario es bien bueno, pues que Cacahueto, o Cacahueta, apenas se llevará un par de meses con su primo, o prima, neoyorquino.

Yo ya he pedido préstamo al banco porque como los chicos han salido viajeros me temo que el gasto en aviones y demás parafernalia se va a multiplicar en los próximos años... y los amores de la niña parece que van por buen camino y acelerándose: ¡ay mamita!

¡Bienvenido seas Cacahueto, o Cacahueta!