Friday, December 12, 2008

La egresada doña Lidia Ervás Santaella


Hace ya unos meses que mi querida hija Lili se graduó con honores como ingeniera aeronáutica, y ya hace algún tiempo que eligió Iberia, donde ya la miman, para prestar sus servicios...

Pero anteayer, el miércoles 10 de diciembre, día de la patrona de los aeronáuticos, Nuestra Señora del Loreto, fue un día apoteósico, pues que se celebró con togas y birretes y cantos laudatorios la ceremonia de entrega de diplomas y premios a los egresados de la LXXIV promoción de Ingenieros aeronáutiocs de la TSIA.

De los ponentes, el mejor fue el alumno que habló, quien, aceptando la dificultad propia de estudiar lo que es difícil, con buen tino pidió que no se haga difícil lo que no lo es. El peor ponente, el magnífico rector de la Politécnica, que no podía pensar más que en los estudiantes radicales que le tocan las narices con Bolonia... y no no nos ahorró sus cuitas.

Además del montón de chicos guapos que pululaban por allí, y luego también, acompañamos a Lili su mamá y su papá, ¡ohhhh!, además de amigos y amigas.

Lili estaba radiante, ilusionada, guapísima y... mayor. Incluso tuvo tiempo de cantar unas cuarenta, que ya tenía ganas e insensatamente le dieron la ocasión, como si no la conocieran... que probablemente no.

Mamá y papá demostramos nuestras dotes fotográficas, que la señorita egresada no dejará de recordarnos nunca, ¡me cachis!... aunque todo el mundo sabe que las circunstancias no eran las idóneas para lucirse. Y, en cualquier caso, las fotos que aquí os he puesto demuestran que tan malos no somos, claro.

A mí me encantó conocer a sus amigos, pues que ahora ya les puedo poner caras y voces y será más divertido.

También fue encantador ver la emoción de Lidia mamá, que los logros de la niña justifican, y la baba de papá, que mi niña es una estrella bien luminosa, y no por lista y esforzada, que también, sino por su bondad, llaneza y energía... ¡ay mi niña!

Hija, no sabes la alegría que me dio verte tan contenta.

¡Ya solo falta el suzuki!