Friday, August 04, 2006

ibn jaldún

el autor del libro de la izquierda presenta, basándose sedicentemente en e.sola (un mediterráneo de piratas: corsarios, renegados y cautivos), a ibn jaldún como uno de los primeros sociólogos y teorizantes de la historia. según me informo en internet, nace en túnez en 1332, vive en fez, viene al reino de granada e incluso llega a entrevistarse con pedro i antes de morir hace ahora seis siglos. pues bien, dice feijoo que dijo jaldún: en los países formados de numerosas tribus y parcialidades raramente se arraiga un imperio...
solo por lo citado voy a creer en las loas feijoianas a jaldún, que a menudo destacar lo obvio no es tan fácil.
sustituyamos imperio, que a muchos molesta, por progreso, que mola más, sobre todo a quienes molesta lo imperial (... como si hubiera alguna diferencia de fondo, oyes tú), y veremos por qué algunos estamos convencidos de que la actual situación que vive españa solo es explicable como resultado de la acción directa de una potencia competidora, infiltrando de agentes nuestro gobierno, incluso al primer nivel -que en nuestro parlamento, y en los partidos que lo alimentan, se sientan más espías del exterior que polis en la cúpula etarra no deja de ser una obviedad.
el pasado 3 de agosto belén gopegui nos ilustraba en el mundo sobre la bondad del cubano salario para cubrir gastos fijos. aunque a umbral le parezca una escritora de primer nivel, por más que ella no le aprecie, yo no he conseguido pasar de la página cuarenta de ninguno de los dos libros de doña belén que he intentado leer. el otro día la ví comiendo en la daniela, buen cocido al lado del bernabéu, y tampoco me entraron ganas de volver a intentar leer sus libros, por más que susan, a quien estos días doy mucha guerra y disgustos, me insista en que más vale no conocer a los autores.
puestos a decir bobadas en defensa del régimen que impera en cuba o de la izquierda en general (uff!!! qué asco) prefiero la brillante concisión, precisión e inteligencia de mi amigo carlo frabetti cuando identifica la máxima libertad con el pasear por la habana con mis camaradas, como nos cuenta, en el cuarto purgatorio, segunda parte de su autobiografía intelectual y emotiva, que comenzó con el magnífico libro infierno y parace que concluirá pronto con el árbol paraíso, e incluso sus soflamas contra el imperio, en las que se alegra de la caída de las torres gemelas, por más que cada vez que lo leo se me hinchen las venas y mi incomprensión e incluso mi ira lleguen a grados extremos. esto acendra mi convicción de que la inteligencia, como instrumento máximo de la razón, apenas vale para limpiarse el culo ante la potencia de la emoción.
en ese mismo libro, carlo, recordando un paseo habanero con su amiga belén (será la gopegui?; yo creo que sí) aprovecha para ilustrarnos sobre sus enciclopédicos conocimientos matemáticos, que no en balde es miembro de la academia de ciencias de nueva york sin jamás haber puesto un pié en los usa, y es buen profesor, que por algo durante años ha enseñado mates a los hijos de sus novias. primero le pregunta a belén si ha vendido su sombra, lo que la confunde y alboroza - no tengo sombra! cómo es posible? -; aluego le cuenta, nos cuenta a todos sus lectores, cómo eratóstenes viajó desde alejandría hacia el sur hasta perder su sombra y cómo esa experiencia serendípica (para ciertas cosas carlo necesita el inglés) le sirvió, a eratóstenes, para calcular el diámetro de la tierra.