Un
artículo de Daniel Gordis sobre la elección
de la nueva jefatura del rabinato israelí me recuerda una idea querida y
recurrente, la que evoca el título de este brevete.
Algunos
momentos obligan a la revolución: en general se trata de momentos de
liberación, cuando es necesario el uso de la fuerza para romper un yugo
anacrónico, innecesario e inmisericorde.
Mi
percepción es que esos momentos han sido extraordinariamente raros y lo son aún
más hoy. Mi convicción es que la evolución llega más lejos, mucho más lejos,
que la revolución y que lo suele hacer más rápido, mucho más rápido.
Cuando
afirmo que los momentos que exigen una revolución han sido muy raros no quiero
decir que no hayan abundado, solo que los verdaderamente útiles han sido
escasísimos.
Y
eso en la historia de los últimos treinta siglos. En la historia reciente,
desde la extensión de nuestras balbuceantes neodemocracias, aun paupérrimas,
siento que las revoluciones son, en esencia, absolutamente innecesarias y
siempre dañinas. Desde luego son, sin duda, antidemocráticas, aunque esto en sí
sea insignificante.
La
potencia del conocimiento y la inteligencia colectivos de la humanidad es tan
obviamente superior a los individuales y grupales que no llego a alcanzar cómo
se puede abrazar el iluminismo sectario propio de toda revolución.
Mi análisis concluye que la revolución es, necesariamente, fruto del iluminismo de algunos (aunque arrastre a muchos) y, por ello, más ineficaz que la evolución destilada por la suma de todos.
Mi análisis concluye que la revolución es, necesariamente, fruto del iluminismo de algunos (aunque arrastre a muchos) y, por ello, más ineficaz que la evolución destilada por la suma de todos.
La Singularidad,
ese momento de la historia, a la vuelta de la esquina, en que el hombre
trascenderá su bilogía, según Ray Kurzweil, culminará una realidad que ya
vivimos: la humanidad compartirá un cerebro. Frente al temor de algunos, otros
creemos que eso no acabará con la subjetividad ni con la humanidad.
Así, ¿qué lleva a muchos a seguir ansiando la revolución, a pensar que ésta puede sernos más útil y eficaz que la evolución?