Para España, el terrorismo etarra es un problema relativamente costoso pero menor y accesorio.
Sin embargo, la descohesión, alentada primero desde el independestismo y luego desde los localismos (siempre con la inestimable ayuda de nuestros amigos del otro lado de los Pirinéos), es un problema esencial.
A las labores de descohesión han contribuido, con alegría y desparpajo dignos de mejor propósito, otros factores importantes, claro, que las luchas por la preponderancia político-mediática no salen gratis... pero de eso hablaremos otro día.
Poco podremos los españoles hacer si no nos olvidamos de las distracciones de lo accesorio y no nos esforzamos por centrar nuestra atención en lo importante: recuperar la sensación de unidad en el propósito de ser más altos, más fuertes y más rápidos.
Si no entendemos que la suma de muchos pequeños esfuerzos, unidos en un objetivo común, es mucho más eficaz que cualquier fuerza salvadora, por ideológicamente amena que la misma sea, España no prosperará y los españoles nos veremos abocados a la depresión y los lamentos baldíos durante muchos años más.
Ojalá el oportunismo etarra-izquierdoso no nos obnubile las entendederas. Amén.
No comments:
Post a Comment